No sólo con la implantación de nuevas tecnologías se puede ahorrar consumo energético.
Con aplicaciones utilizadas desde hace cientos de años, se puede conseguir un mayor ahorro energético. Estas aplicaciones se conocen como arquitectura bioclimática.
Entre estas aplicaciones destacan la orientación de la construcción, la selección de materiales, la circulacion del aire interior y la morfología de la envolvente.
Todo ello nos ha incitado a abrir un servicio de asesoramiento y proyectos de arquitectura bioclimática.
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